Mirando hacia la franja de Gaza

En este breve artículo presentamos los comentarios del director regional para Palestina e Israel de la Catholic Near East Welfare Association tras su visita a Gaza a principios de abril.

Lamentablemente publicamos este artículo a raíz de los recientes acontecimientos de principios de mayo que causaron la muerte de 30 palestinos e israelíes a causa de los misiles lanzados desde Gaza y los bombardeos israelíes en respuesta. Estos tristes acontecimientos nos hacen sentir aún más la urgencia de apoyar a la comunidad civil que espera la paz.

Iglesia católica latina de la Sagrada Familia

Unos días antes de Pascua, y más exactamente el día después de las elecciones en Israel, Joseph Hazboun, director regional de la CNEWA para Palestina e Israel, visitó Gaza. En esa ocasión relató lo siguiente: «A diferencia de la población palestina en Israel, Jerusalén Este y Cisjordania, que estaba especialmente decepcionada por el resultado de las recientes elecciones y la probabilidad de que Netanyahu siguiera guiando al nuevo gobierno en Israel – comenta Joseph Hazboun al regresar de su visita del 10 y 11 de abril – me sorprendió la sensación general de alivio en la comunidad de Gaza.

La razón es que, desde el punto de vista de los habitantes de Gaza, Netanyahu no debe demostrar nada al público israelí, lo que significa que el riesgo de un ataque inminente en Gaza es menor». Por desgracia la situación hoy es diferente después de las casi 30 víctimas desde que empezó el mes de mayo, cuando asistimos a un lanzamiento de misil desde Gaza y la respuesta de Israel.

En el informe difundido por la CNEWA, el director habla de los proyectos visitados, los progresos realizados y los fondos aún necesarios para garantizar el buen funcionamiento de determinadas estructuras o para mantener en funcionamiento ciertos programas de apoyo a la población.

Por eso Joseph Hazboun habla de la futura apertura de clases de nivel superior en la Escuela de las Hermanas del Rosario de Gaza, así como de la compra de material para los talleres. Este instituto escolar necesitará fondos adicionales para la renovación de la guardería.

En el Hospital Al-Ahli Arab están en marcha varios proyectos: uno de empleo que ofrece la posibilidad de encontrar un trabajo, pero también de mantener un buen nivel profesional; un programa que se ocupa de niños desnutridos; un fondo especial para cristianos pobres y ancianos; y un programa para la prevención y tratamiento de los tumores de mama.

El deseo del hospital es poder continuar con el programa de empleo, sin dejar marchar así importantes recursos humanos.

El Near East Council of Churches (NECC) fue uno de los organismos visitados: el NECC lleva mucho tiempo trabajando en un proyecto de apoyo psicológico-social para madres y niños en tres clínicas y la necesidad de seguir invirtiendo en este campo está todavía muy presente.

Entre otros también hubo encuentros con el Centro Cultural Árabe Ortodoxo – que ha recibido un generoso apoyo de Arabia Saudita y con los scouts ortodoxos (que junto con los scouts católicos son los promotores de programas compartidos).

Los jóvenes también han sido protagonistas del encuentro sucesivo de Joseph Hazboun con el YMCA que trabaja en un proyecto de micronegocios para crear nuevos puestos de trabajo para 40-50 jóvenes.

La última visita fue al padre Mario da Silva, párroco de la Iglesia católica latina de la Sagrada Familia. En esta parroquia está en actividad el Centro de Formación Santo Tomás de Aquino, que se ocupa de proponer cursos a jóvenes cristianos para aumentar sus posibilidades de encontrar un empleo, pero le gustaría abrir nuevos espacios para poder acoger también a jóvenes musulmanes, creando así posibilidades suplementarias de encuentro y cooperación.

Enseñar y transmitir el gusto por la Biblia

Encuentro con el padre Jean-Jacques Pérennès, director de la Escuela Bíblica de Jerusalén.

Padre Pérennès, ¿cómo podría resumir en pocas líneas la gran historia de la Escuela Bíblica y Arqueológica Francesa de Jerusalén (EBAF), desde su fundación por el P. Lagrange en 1890?

La Escuela bíblica fue fundada por el P. Marie- Joseph Lagrange en una época en la que los conocimientos de las ciencias modernas (historia, arqueología y lingüística) parecían amenazar la credibilidad de la Biblia. Eminentes sabios como Ernest Renan y Alfred Loisy abandonaron la Iglesia con gran estruendo, dejando pensar que la Iglesia católica no estaba a la altura para asumir el reto de una lectura crítica de la Biblia.

Al final de una buena formación tomista en Salamanca y estudios orientalistas en Viena, el P. Lagrange llegó a Jerusalén convencido de que la fe cristiana no tenía nada que temer de ese enfrentamiento entre fe y razón. Supo reunir a un equipo de jóvenes religiosos apasionados que se especializaron en diferentes disciplinas que ayudan a entender el texto sagrado: lenguas antiguas, historia antigua de Oriente Próximo, geografía de Tierra Santa, arqueología, epigrafía, etc. Elaboró un método de lectura, el método histórico, que le valió por entonces ser sospechoso, por lo que sufrió mucho. Sin embargo, se sometió a la Iglesia aceptando, por ejemplo, no publicar un Comentario sobre el Génesis, preparado en 1905, y concentrarse sobre el Nuevo Testamento que plantea menos problemas.

Hoy han sido admitidos los elementos del método histórico (presencia de géneros literarios, diferentes capas de redacción, etc.) por todos los investigadores y por la Iglesia católica en su nivel más alto (cf. encíclica Divino afflante spiritu de Pío XII en 1943). El rigor intelectual, el amor de Tierra Santa y la fidelidad a la Iglesia caracterizan la obra fundadora del P. Lagrange, que un día tendría que ser beatificado.

¿Qué servicio concreto rinde la EBAF dentro de los estudios bíblicos a escala universal?

La Escuela bíblica aplicó un método desde su fundación: el estudio de la Biblia en el país de la Biblia, «acercar el documento del monumento » (Lagrange). Sus profesores surcaron los países de la Biblia, de Siria a Arabia del Norte, de Mesopotamia al Mediterráneo. Trajeron a sus estudiantes para realizar estos estudios sobre el terreno, presentados regularmente en la Revista bíblica que se publica cuatro veces al año desde el 1892. La seriedad de las investigaciones hizo que la Escuela fuera reconocida por la Academia de las Inscripciones y Bellas letras como Escuela arqueológica francesa en 1920.

Además de la seriedad de la investigación, la Escuela bíblica ha formado generaciones de especialistas en ciencias bíblicas. De hecho es una de las escasas instituciones católicas habilitadas a otorgar el doctorado en ciencias bíblicas. Para terminar, también puso a disposición de los fieles el fruto de sus investigaciones, en particular a través de la Biblia de Jerusalén, editada por los padres Dominicos de Jerusalén desde hace medio siglo. Hoy toma el relevo en Internet un proyecto innovador: la Biblia en sus Tradiciones.

La Orden del Santo Sepulcro colabora con la EBAF, en particular a través de la biblioteca que contiene 160 000 obras. ¿Puede describirnos el funcionamiento y la expansión de esta biblioteca de renombre mundial?

Esta biblioteca es única en su género, porque es el resultado de 130 años de compra de libros y revistas, seleccionadas por especialistas en exégesis, historia y arqueología. Su fondo es excepcional. Se ha informatizado su catálogo y permite un acceso por perícopa bíblica, lo que es muy raro. También contiene muchas obras que conciernen a Qumran y los manuscritos del Mar Muerto, debido a la función del P. Roland de Vaux, director de la EBAF de 1945 a 1965, y que se encargó de esas prestigiosas excavaciones arqueológicas. Por fin, es accesible las 24 horas del día para los estudiantes e investigadores que viven y trabajan en la Escuela bíblica. Es una comodidad excepcional.

La EBAF se encuentra en los locales del convento san Esteban donde vive y trabaja la comunidad de los Padres Dominicos a la que usted pertenece. ¿Se puede decir que esta comunidad constituye el alma de la Escuela Bíblica? ¿Qué funciones ocupan los Padres Dominicos en el marco de las múltiples actividades propuestas?

Es una dimensión esencial de la Escuela bíblica: la investigación está realizada por religiosos que comparten en ese mismo lugar una vida de comunidad y cuyo apostolado principal es el estudio, la enseñanza y la transmisión del gusto de la Biblia. La inmensa mayoría de los hermanos son profesores, editores de revistas. Los estudiantes son acogidos por esta comunidad con la que pueden rezar, vivir y visitar el país. El afecto de nuestros antiguos estudiantes muestra que esta dimensión les ha aportado mucho.

¿De dónde vienen los ingresos de la EBAF? ¿Se sienten amenazados por el proyecto de imposición fiscal que las autoridades israelíes desearían realizar a las comunidades religiosas? Si llega el caso, ¿quién tomaría su defensa respecto al tema?

Vivimos con recursos precarios, con contribuciones modestas de la Orden dominica, del Ministerio francés de Asuntos Exteriores, organismos católicos de ayuda a Tierra Santa como la Orden del Santo Sepulcro y la Obra de Oriente. Funcionamos porque los profesores son religiosos que no tienen un verdadero salario. Es evidente que una imposición fiscal amenazaría nuestra existencia, como la de muchas obras educativas y caritativas de Tierra Santa que no tienen beneficios sino que deben contar con la Providencia. El Consulado general de Francia nos defiende pero la lucha es desigual.

Más ampliamente, ¿cómo ve el futuro de la presencia de la Iglesia católica en la Ciudad Santa? Y según su experiencia, ¿cuáles son para usted los motivos de esperanza en cuanto al conflicto palestino-israelí en torno a Jerusalén?

Los cristianos son ya una ínfima minoría en Palestina, menos del 1% de la población según el último censo. Nuestra misión es, por supuesto, poder acceder los Lugares santos y ayudar a los fieles que vienen a rezar en ellos. Pero el pequeño resto que somos tiene hoy otra misión: ayudar a los habitantes de ese país para que no desesperen y que crean que sólo la acción sin violencia y el diálogo ayudarán a construir una paz sostenible.

¿Cómo el campo de los estudios bíblicos favorece los intercambios con el mundo judeo-israelí?

Los intelectuales judíos, religiosos o no, estudian mucho la Biblia. Ganaremos mucho si trabajamos con ellos, aunque nuestra lectura tiene que seguir siendo católica ya que, para nosotros, la Biblia es sobre todo un texto inspirado.

Entrevista realizada por François Vayne

25 Aniversario de la Reapertura de la Lugartenencia

“Como fruto de la iniciativa tomada por el Dr. Isidoro J. Ruiz Moreno, a fines de los 80 del siglo pasado y de sus innumerables gestiones, cuyo detalle pueden leerse en el Item “Crónica de la Lugartenencia Argentina”, el 5 de noviembre de 1994, el entonces Gran Maestre de la Orden, Cardenal Caprio,  resolvió el levantamiento de la suspensión dispuesta en 1982  de las actividades del Capítulo Argentino,

Así fue como en mayo de 1997 se efectivizó la reapertura con la Ceremonia de Cruzamiento de 18 Caballeros, reanudándose así la vida de la Lugartenencia, que el 5 de noviembre de 2019 festejará su “25 Aniversario de la Reapertura”.

Entrevista al Prof. D. Isidoro Ruiz Moreno, Lugarteniente de Honor (CGCOSS)

NL: Usted logró hace ya 25 años, que la Santa Sede levantara la suspensión que pesaba sobre la Orden, ¿qué motivó su interés para que la Orden del Santo Sepulcro continuase su labor en la Argentina?

IRM: Mis lecturas sobre las Cruzadas para recobrar el Santo Sepulcro tuvieron ocasión de fortalecer mi admiración por esa gesta heroica y romántica, y cuando estuve en Jerusalem pude comprobar la acción de la Orden en beneficio de los necesitados. Ahí nació mi interés en que Argentina se sumara, y cuando pasé por Roma conversé con las autoridades de ella, que habían resuelto suspenderlas en el país debido al decaimiento de los trabajos de la Lugartenencia relativos a cumplir con su finalidad. Fui autorizado a reemprenderlos.

NL: ¿Cómo festejará la Orden este aniversario tan señalado?

IRM: Sé que la actual Lugartenencia proyecta una serie de actos, pero desconozco los detalles.

NL: El año pasado, a su vez, se celebraron los 130 años desde que la Orden llegó la Argentina y con esta ocasión se llevó una reunión del Capítulo a la que asistieron el Gran Maestre, Card. Edwin O`Brien, el Gobernador General, Conde Leonardo Visconti di Modrone; los Lugartenientes españoles, el portugués, y los de San Pablo, Río de Janeiro y Colombia y también se realizó la ceremonia de cruzamiento de nuevos caballeros ¿qué significaron para Usted estos acontecimientos históricos?

IRM: Pude comprobar que la asistencia de las más altas autoridades del Gran Magisterio, y de los titulares de varias Lugartenencias extranjeras, demostraban el reconocimiento a la labor cumplida por la de nuestro país a lo largo de los años desde su restauración.

NL: Algunos podrían pensar que una Orden de Caballería resulta anacrónico en pleno siglo XXI ¿Usted qué piensa al respecto?

IRM: Sin duda existe una selección de condiciones para incorporar como Caballeros a quienes desean ingresar a la Orden, pero esto no presupone ninguna diferencia de estado, sino el deseo de mejor servir al prójimo, encausando la acción espiritual y filantrópica.

NL: Todas las virtudes humanas y sobrenaturales resultan necesarias para corresponder a la Gracia de Dios, a Su criterio ¿cuáles son las virtudes más necesarias para un Caballero del siglo XXI?

IRM: Como siempre, el amor prójimo es un mandato primordial, que se realiza básicamente mediante la caridad, establecida en los estatutos de la Orden.

NL: Concretamente, ¿qué significa ser un caballero hoy? ¿Cómo ayuda a la Iglesia? ¿Cómo socorre a los necesitados?

IRM: La Orden fija la contribución a las necesidades de los cristianos en Tierra Santa, cuyo monto determina cada Lugartenencia conforme a la situación del país, y se destina a escuelas, hospitales, asilos y demás necesidades del Patriarcado Latino, que administra los fondos en Israel y Jordania.

NL: Entonces ¿puede afirmarse que la OSS desarrolla toda esa actividad?

IRM: La Orden del Santo Sepulcro reafirma los valores espirituales que deben observar sus integrantes, y colabora en la medida de sus posibilidades para asistir a los cristianos palestinos como he indicado.

NL: Toda esa actividad y ayuda a la Comunidad Católica de Tierra Santa es posible porque la Orden del Santo Sepulcro se extiende por todo el mundo ¿Podría contarnos en qué países se encuentra y con cuántos caballeros cuenta hoy la Orden?

IRM: Si bien desconozco la cantidad exacta de los sepulcristas, sus Lugartenecias están extendidas en América (Argentina, Brasil, Colombia, Méjico, Estados Unidos, Canadá, Puerto Rico), en Europa (Alemania, Austria, España, Portugal, Inglaterra, Escocia, Irlanda, Francia, Luxemburgo, Bélgica, Holanda, Italia, Polonia, Mónaco, Eslovaquia, Finlandia, Hungría, Suiza), y también en Oceanía (Australia, Filipinas, Taiwan). Somos miles.

NL: Virtudes humanas y socorro a los necesitados ¿podría afirmarse que el servicio es un aspecto importante de la vida de un Caballero?

IRM: Si, como expuse.

NL: La Orden es Pontificia y por lo tanto jerárquica ¿Cómo se estructura? ¿Qué relación tiene con el Santo Padre?

IRM: El Papa es el Jefe Supremo de la Orden, pero delega sus funciones en un Cardenal Gran Maestre, asistido por un Gran Magisterio, con sede en Roma. Aquí posee un edificio propio, el antiguo palacio Della Rovere, cedido por el Sumo Pontífice.

NL: Ese juramento de lealtad al Sumo Pontífice ¿en qué se manifiesta?

IRM: Todos los católicos, y no solamente los Caballeros de la Orden, deben aceptar las decisiones del Papa en materia de dogma religioso. El, Santo Padre no requiere ningún otro tipo de sujeción.

Agradecemos a Usted la generosidad de su tiempo y la claridad de sus conceptos.

Los proyectos de 2018 por encargo del Patriarcado latino de Jerusalén

El Gran Magisterio de la Orden desea orientar mucha más ayuda a Tierra Santa para un apoyo a la educación, a través de los sueldos de los profesores de las escuelas del Patriarcado Latino de Jerusalén.

Sami El-Yousef, administrador general del Patriarcado Latino de Jerusalén, nos da a los detalles importantes concernientes a los proyectos que el Gran Magisterio apoyó para el año 2018, en acuerdo con el Patriarcado.

En el 2018 el compromiso de la Orden respecto a los proyectos propuestos por el Patriarcado Latino de Jerusalén consistió en primer lugar en terminar ciertos proyectos empezados los años anteriores.

Uno de los proyectos más importantes es, por ejemplo, la iglesia de Jubeiha. La ciudad de Jubeiha, en Jordania, posee una comunidad cristiana creciente. La primera fase del proyecto, que concierne el subsuelo de la iglesia, fue terminado antes de Navidad de 2017. La parroquia pudo realizar las celebraciones de Navidad en el subsuelo, que hace funciones de iglesia temporalmente. Las obras van a continuar durante el año 2018, con la construcción y finalización de la iglesia, así como el campanario. «Esperamos terminarla de aquí a Semana Santa de 2019», declaró Sami El-Yousef durante la reunión del Gran Magisterio, en abril de 2018.

Entre otros proyectos en curso está el jardín de infancia de Jaffa de Nazaret, que depende de una parroquia del norte de Israel. Esta estructura contará con 6 aulas y una sala polivalente en la cima del edificio. El proyecto tendría que estar acabado para el verano de 2018, de manera que la nueva escuela pueda abrir sus puertas para el mes de septiembre. Durante su primera visita oficial a Tierra Santa, el Gobernador general puso la piedra angular.

El tercer proyecto concierne al jardín de infancia de Hashimi, en Jordania. Por razones de seguridad, la nueva normativa prevista por el ministerio de la educación prohíbe los edificios de más de una planta para los niños. Se tiene que construir un edificio nuevo al lado de la escuela. El administrador del Patriarcado Latino nos ha informado que «el proyecto ya ha comenzado y que avanza bien. Como en Jaffa de Nazaret, tendrían que terminar las obras para el verano de 2018 para recibir a los alumnos el próximo año escolar».

Al lado de los proyectos ya en curso, que son prioritarios, se ha añadido un nuevo proyecto al programa anual: la renovación de la casa parroquial de Anjara. Los sacerdotes se dedican por completo al desarrollo del nuevo edificio para los niños, hasta el punto de olvidarse de sí mismos. «Cuando visité los lugares hace unos meses – cuenta Sami – me di cuenta de que el lugar donde vivían estaba en mal estado. Desde entonces se ha elaborado un proyecto y sometido a la Orden, que aceptó la financiación para que los sacerdotes puedan vivir rápidamente de nuevo allí».

Por otra parte, la Orden sigue financiando el aumento del sueldo de los profesores. 1.500 empleados trabajan actualmente en 45 escuelas del Patriarcado y sus ingresos son verdaderamente inferiores al nivel de la vida local en Palestina y Jordania. Respecto a esta medida el Gran Magisterio ha decidido ayudar. Sami subraya que «se trata de un proyecto particularmente importante, ya que esas 1.500 familias cristianas viven de una oportunidad de empleo creada por las escuelas y que esa vida digna que se les ofrece les anima a quedarse en Tierra Santa».

Para terminar, la Orden ha aceptado este año financiar algunos proyectos pequeños con unos 300.000 dólares. Estos proyectos favorecerán el refuerzo de las capacidades, el desarrollo de las infraestructuras, el suministro de equipos para las escuelas, los centros y parroquias. Se han aprobado un total de 18 proyectos. Pagarán las obras civiles y mecánicas (60%), obras de recursos humanos y desarrollo (20%), así como intereses pastorales (20%).

Dos proyectos terminados recientemente en Tierra Santa

Gracias a un aporte de la Lugartenencia austríaca de la Orden, la escuela del Patriarcado latino en Naplousa, ha sido capaz de renovar su equipo informático. La escuela san José posee 22 aulas, una sala de informática y una biblioteca para un total de 608 estudiantes. La sala de informática estaba muy vieja necesitando una rehabilitación inmediata, sobre todo porque hoy en día los ordenadores sirven para enseñar diferentes asignaturas del programa.

El Patriarcado latino ha considerado que era prioritario el desarrollo de los equipos informáticos de esta escuela para mejorar el entorno de aprendizaje y proporcionar a los estudiantes buenos servicios. Con proyectores y ordenadores nuevos y de calidad, la escuela san José continuará su misión de formar generaciones de estudiantes competentes y bien formados.

Otro proyecto terminado recientemente es la compra de un autobús para poder transportar a los jóvenes alumnos sirios refugiados en dirección de la parroquia de san José de Mafraq, sobre todo gracias al aporte de la Lugartenencia de Canadá Montreal. Marfraq es una ciudad pequeña situada al norte de Jordania, a tan solo 20 kilómetros de la frontera siria. Su parroquia latina apoya diariamente a los refugiados coordinando diferentes actividades para tranquilizar su situación.

Algunos profesores y voluntarios han tomado la iniciativa de organizar actividades de educación y clases para los niños sirios para darles la oportunidad de estudiar y Dos proyectos terminados recientemente en Tierra Santa aprender antes de ser integrados oficialmente en el sistema escolar jordano. También se ofrecen algunas actividades extraescolares como baile, pintura y juegos.

El párroco, el P. Francis Shahin, asume todos los días la responsabilidad de recoger y llevar a los estudiantes de los campos de refugiados repartidos por toda la frontera entre Siria y Jordania, hacia la parroquia de Mafraq para que sigan las clases. El autobús de la escuela ha sido destinado a este servicio pero no era lo bastante grande para los 350 estudiantes, por ello la parroquia ha tenido que alquilar varias veces otros autobuses.

Eso empezaba a costar caro. Gracias a benefactores y sobre todo a la Lugartenencia de Canadá Montreal, ha sido posible la compra de un nuevo vehículo, permitiendo a esos jóvenes sirios llegar hasta la parroquia de San José de mejor manera y aprovechar al máximo las actividades que se organizan allí para reconfortarlos dentro de la dificultad de su situación.

Aumenta el flujo de peregrinos cristianos en Tierra Santa

Entrevista exclusiva con Monseñor Leopoldo Girelli, Nuncio apostólico en Israel y Delegado apostólico en Jerusalén y Palestina.

Monseñor Leopoldo Girelli, después de un año en funciones en Tierra Santa, donde los problemas son numerosos, ¿qué razones objetivas tiene para esperar? ¿Qué buenas noticias le gustaría compartir?

Durante el año pasado en Tierra Santa desde mi llegada el 27 de noviembre de 2017, la situación en la región del Medio Oriente ha evolucionado de manera disparatada, presentando una cierta estabilidad en Irak, pero un conflicto que persistía en Siria y una tensión creciente entre Israel e Irán. Además, el traslado de la embajada americana a Jerusalén ha constituido un nuevo obstáculo al proceso de paz en la región y en particular en las relaciones entre Palestina y Estados Unidos.

Los enfrentamientos en la frontera entre la franja de Gaza e Israel han comenzado de nuevo, causando numerosas víctimas. Estos enfrentamientos van seguidos por períodos de tregua precaria. La Administración americana del presidente Donald Trump está reduciendo considerablemente las ayudas a los palestinos, mientras que Palestina parece cada vez más aislada de los países árabes del Golfo. En este contexto, tengo ganas de decir que las razones objetivas para esperar son muy pocas y débiles.

Al mismo tiempo, debido a esta situación de gran incertidumbre, podemos pensar que podrían ser observadas nuevas evoluciones que irán – esperémoslo – en el sentido de una situación más estable y pacífica para Tierra Santa y toda la región. La Santa Sede continúa sosteniendo la necesidad del diálogo y así retomar las negociaciones entre Israel y Palestina. El Santo Padre Francisco reiteró que «sólo una solución negociada entre israelíes y palestinos, querida firmemente y promovida por la Comunidad internacional podría conducir a una paz estable y sostenible y garantizar la coexistencia de dos Estados para dos pueblos».

Creo que los dirigentes de los dos países tendrían que adoptar un razonamiento más pragmático para llegar al resultado deseado. En definitiva, la esperanza sigue tal cual, como cuando se esperan buenas noticias.

Sin embargo, personalmente, tengo motivos para alegrarme de la manera en la que he sido recibido en la Iglesia de Tierra Santa y por el gobierno israelita y palestino como representante pontificio. Me he dado cuenta del respeto y la satisfacción en cuanto a las posiciones de la Santa Sede respecto a Jerusalén y la cuestión palestina, lo mismo que la estima y la consideración por la abnegación del Santo Padre hacia la causa de la paz en la región y en el mundo. Otro aspecto positivo es, en mi opinión, el flujo de peregrinos cristianos que, a pesar de todo, no ha disminuido durante este año y que se encuentra incluso en aumento, especialmente provenientes de Asia, lo que demuestra que los lugares santos representan un destino deseado y la peregrinación una experiencia profunda de fe, tanto para las comunidades eclesiásticas como para los creyentes individuales.

Hablando de la situación de la Iglesia católica en Tierra Santa, ¿puede hablarnos de las negociaciones que están en trámite y del estado de avance de las mismas, en particular respecto al acuerdo entre Israel y la Santa Sede?

La cristiandad mantiene sus esfuerzos para conservar su presencia en Tierra Santa, amenazada por un declive provocado por múltiples razones, de carácter político, económico y también religioso. En este contexto, la Iglesia católica ha puesto en marcha diferentes iniciativas a favor de los cristianos. La Santa Sede ha negociado acuerdos en particular con el Estado de Israel y el de Palestina que contribuyen a garantizar condiciones de estabilidad para las instituciones eclesiásticas y religiosas durante las mutaciones históricas acaecidas en Tierra Santa estos últimos setenta años. El episodio tan conocido del cierre de la Basílica del Santo Sepulcro, el pasado mes de febrero, fue una señal complementaria del carácter oportuno, para la Iglesia católica, de llegar rápidamente a un acuerdo sobre las materias económicas y fiscales entre la Santa Sede e Israel. Esta negociación bilateral ha retomado su curso en noviembre de 2016.

Una ley votada recientemente en Israel sobre el Estado-nación del pueblo judío ha provocado fuertes reacciones en particular por parte del Patriarcado latino de Jerusalén, ¿qué piensa usted como representante de la Santa Sede en ese país?

Efectivamente, la nueva ley sobre el Estado-nación ha provocado importantes reacciones y sigue haciéndolo. Como representante pontificio no tengo la intención de entrar en detalles, ya que se trata de una ley votada por la Knéset, que es el organismo del Estado elegido democráticamente, representativo del pueblo y encargado de legislar. Es más bien la voz de la Iglesia local la que tiene el derecho y el deber de pronunciarse, como también lo hizo por medio de una declaración del Patriarcado latino.

En ésta, la nueva ley está descrita como «más exclusiva que inclusiva, es más impugnadora que consensual, y sobre todo está politizada, en lugar de fundada sobre las normas fundamentales comunes y aceptables para todos los elementos que componen la población». También se afirma que «los ciudadanos cristianos de Israel tienen las mismas preocupaciones que cualquier otra comunidad no judía con respecto a esta ley. Instan a todos los ciudadanos del Estado de Israel que todavía creen en el concepto básico de la igualdad entre los ciudadanos de la misma nación, para expresar su objeción a esta ley y los peligros que de ella se derivan para el futuro de este país».

Usted se encuentra con frecuencia con católicos de Tierra Santa en Palestina e Israel, ¿cuáles son las características de estas diferentes comunidades? ¿Dónde sitúa las urgencias de apoyo hacia ellas?

Los católicos de rito latino en Israel y Palestina se organizan según dos comunidades distintas debido a sus diferentes lenguas: el hebreo y el árabe, y por su composición étnica, pero forman parte de la misma realidad eclesiástica que es el Patriarcado latino.

En Palestina todavía se encuentran numerosas parroquias. Desde hace decenios sufren una disminución de los feligreses, en particular los jóvenes que emigran buscando mejores condiciones de vida, por causa de la inseguridad que reina en esa región. Haciendo unas visitas a las parroquias, para proporcionarlos apoyo y la bendición del Papa, me di cuenta que había un sentimiento de pertenencia y el deseo de afirmar la identidad cristiana. Existen instituciones caritativas y sociales enraizadas como la Conferencia de san Vicente de Paúl y los scouts, instituciones religiosas como la Legión de María, que existe desde hace mucho tiempo. Las escuelas parroquiales realizan una importante labor educativa y constituyen una fuente de diálogo y paz dentro de la sociedad. Sin embargo, éstas tienen dificultades económicas y les cuesta mantener su identidad católica. Tienen que acoger a alumnos musulmanes, debido a la disminución de alumnos católicos. El clero se entrega por completo a la pastoral, respetado por los fieles y comparte el destino del pueblo palestino.

La Iglesia católica en Palestina recibe un apoyo económico por parte de la Iglesia universal, sin el que sería difícil perdurar y realizar actividades religiosas, educativas y sociales que son esenciales para la vida eclesiástica. Al mismo tiempo, es importante que los fieles promuevan el sentido de la responsabilidad y de la participación, para una toma de conciencia y un mayor compromiso en su contribución a la vida de la comunidad eclesiástica.

En Israel, la Iglesia católica de rito latino, además de varias parroquias de lengua árabe, está presente con una comunidad de lengua hebraica, que es más bien heterogénea y variable también, ya que forman parte de ella muchos emigrantes de orígenes diferentes. Es muy activa, lo mismo desde un punto de vista pastoral que social, y en expansión. Se puede decir que encarna una realidad muy simbólica, representando a la Iglesia de Cristo dentro de Su pueblo.

Las comunidades católicas de rito melquita, maronita, greco-católico, sirio-católico y armenio que existen en Israel y Palestina también se enfrentan al desafío de la disminución del número de fieles y del clero, así como la escasez de recursos. Éstas expresan la riqueza de la fe, la liturgia, la identidad del Oriente cristiano que debe ser protegida.

Además, formando parte de la Iglesia católica como tales, son fieles al Santo Padre y dan fe de la universalidad de la Iglesia de Cristo, no solamente geográficamente, sino también en términos temporales, haciendo referencia a los comienzos de la Iglesia que está presente en Tierra Santa de manera particular con diferentes ritos, iguales entre ellos.

¿Qué puede decir de la Orden del Santo Sepulcro, de la actualidad de su misión, su función frente a los desafíos que los habitantes de Tierra Santa tienen que afrontar?

Conozco la Orden del Santo Sepulcro desde hace mucho tiempo y, en mi misión actual en Tierra Santa, soy testigo directo de su admirable obra por ayudar la presencia cristiana en los territorios donde el Hijo de Dios hecho hombre, vivió, murió y resucitó.

Durante el año pasado me encontré en dos ocasiones con el Gobernador General de la Orden, el Embajador Leonardo Visconti di Modrone, al que he querido expresar mi reconocimiento más sincero por la ayuda generosa y el testimonio ferviente de solidaridad cristiana de los Caballeros y Damas hacia la Iglesia en Tierra Santa.

La preservación de la presencia cristiana, que es la misión de la Orden, se realiza por la promoción de la coexistencia de los pueblos, culturas y religiones; una coexistencia cuya piedra angular es la educación. El apoyo a las escuelas católicas y actividades educativas constituye una prioridad en el acompañamiento de los cristianos de Tierra Santa, que cada día se enfrentan a los desafíos para la construcción de la paz y ser testigos de su fe cristiana.

Entrevista realizada por François Vayne (Septiembre 2018)