Las Iglesias que protegen el Santo Sepulcro firmaron el 27 de mayo un acuerdo que lanza una nueva fase de obras en torno a la tumba de Jesús.
El Patriarca greco-ortodoxo Teófilo III, el Custodio de Tierra Santa Francesco Patton y el Patriarca armenio Nourhan Manoughian acordaron examinar conjuntamente este proyecto.
La primera fase de restauración del edículo, realizada entre mayo de 2016 y marzo de 2017 —a la que la Orden del Santo Sepulcro contribuyó económicamente— puso a descubierto nuevos riesgos relacionados con la humedad del suelo de la basílica que corroe sus cimientos.
Por lo tanto, se prevé realizar una segunda campaña de restauración para eliminar las fuentes de humedad. El actual pavimento de piedras rosas se encuentra sobre una estructura metálica atacada por el óxido.
Algunas de las tuberías datan del Mandato Británico y otras del Imperio Otomano necesitando ser cambiadas. Se tendría que cambiar todo el pavimento y gracias a ello se va a enriquecer aún más el conocimiento del lugar. La Santa Sede indicó en 2017 que había previsto una suma considerable para esta segunda fase de las obras.
El pasado 6 de mayo, el Patriarca Teófilo informó de que el rey Abdalá II de Jordania dedicaba parte de la cantidad recibida en el premio Templeton para el Santo Sepulcro en Jerusalén. «La realización de estos trabajos está destinada a completar los esfuerzos realizados desde hace años por las Iglesias para restaurar la basílica y permitirle así recuperar su esplendor», subrayó el patriarca Teófilo al comentar ante la prensa esta iniciativa ecuménica.